«Las rutinas proporcionan a los niños/as seguridad»

Todas las familias tienen rutinas, son las maneras de organizar su tiempo. Rutinas diarias para ir al trabajo, a la escuela, hora de las comidas, ordenar la casa, el tiempo de ocio, viajes, etc.

Establecer rutinas es importante en la educación de los niños/as ya que les permite darse cuenta de lo que es importante en la familia, crean un sentido de pertenencia, de organización del día a día y les proporcionan límites que les ayudan a sentirse cuidados. Un ambiente previsible hace que los niños/as se sientan seguros. Las rutinas de diversión fortalecen los lazos familiares, por ejemplo: leer un cuento antes de ir a la cama, ir al parque, tocar juntos un instrumento musical, se convierten en momentos especiales para compartir con los hijos/as.

La creación de hábitos les permite desarrollar un sentido de responsabilidad y a medida que crecen van organizando su tiempo y necesitando menos supervisión de los adultos, lo cual es positivo para su independencia.

No hay reglas establecidas sobre las rutinas. Todas las familias son diferentes y establecen su propia cotidianidad de acuerdo a sus gustos, preferencias y necesidades, pero generalmente en todas existe la planificación, la previsión y la regularidad.

La creación de un hábito o una rutina

La creación de hábitos se basa en repetir las mismas acciones diariamente.  Cuando se está estableciendo un nuevo hábito lo ideal es hacerlo simple, divertido y no agregar demasiadas actividades al mismo tiempo. Se requiere paciencia y tiempo para que éste se instaure.

«Es importante celebrar con elogios para que una nueva rutina se convierta en una conducta habitual”

Una vez establecido, la clave para que se mantengan es hacerlos regularmente. Las rutinas pueden ser flexibles y aceptan pequeños cambios, pero también deben dar espacio a la espontaneidad y a la creatividad.

Los hábitos y las rutinas son un pilar fundamental en la educación positiva.